Que podemos hacer para mejorar las cubiertas

Techos, tejados o cubiertas son una de las partes de cualquier edificación que más cuidado necesitan, y ello porque se exponen a una construcción a los efectos del clima, que lo impactan de manera muy directa. La utilización de materiales nobles no es el único desafío, sino que acompaña a la necesidad de conseguir un sistema de aislamiento que permita que el interior sea seguro y confortable independientemente del estado de la atmósfera exterior.

Las opciones de cubiertas que hoy en día existen son muchas, ya sea por su geometría, por su terminación o por su aspecto estético. En primer lugar, se diferencian los techos planos y los techos inclinados, estos últimos más frecuentes en zonas de muchas lluvias y hasta nevadas. Los techos planos permiten un aprovechamiento de la cubierta como terraza. Como se ve, la elección de la cubierta determina las funciones del edificio.

 

La importancia de aislar las cubiertas

Cuando hablamos de aislamiento de cubiertas, principalmente se atiende a dos cuestiones: el aislamiento térmico y la impermeabilización. El primer caso responde a las necesidades de confort y de disminuir el impacto energético en el consumo de un hogar; en el segundo, se habla de la necesidad de evitar filtraciones de agua, muy probables en construcciones deficientes.

Así como en las fachadas laterales, los techos permiten la aplicación de distintos sistemas de aislación, como el panel sándwich. Por supuesto, las formas de aplicación y de tratamiento son distintas, de modo que es una tarea que los proyectistas deben encarar con mucha seriedad. Al fin y al cabo, de esta tarea depende en gran parte la seguridad de una construcción.